En el Taller de Cine del Centro Penitenciario de Daroca, en la que alternamos cortometrajes de ficción (“H2Cero”; “La Celda Grunfeld”; “Operación Cebolla”) con documentales de corte social cuya finalidad es servir de ayuda a quienes van a salir en libertad próximamente (“El gitano poeta”) y dar una nueva visión de los internos del centro (“Guitarras, laúdes y carros de basura”) que modifique, poco a poco, los clichés existentes todavía en la sociedad actual.
Motivaciones y objetivos: Atraer a la gente a la Escuela con actividades que van a salir al exterior del centro (a quién no le gusta escribir un artículo que luego será publicado; o rodar una película que luego será vista en el exterior; o pintar un cuadro para una exposición…). Se mejora la autoestima y el tiempo pasa más deprisa. Se mejoran las relaciones entre los internos de distintas culturas y módulos. Favoreciendo la comunicación. Se trabajan las motivaciones de los personajes de las películas, poniéndose en su lugar. Favoreciendo la empatía. Se lee más, al trabajar textos de novelas que luego han sido llevados al cine. Se adquiere más cultura en general. Y se aprende como se realiza un rodaje; y también los diversos oficios de cine. Se favorece el trabajo en común (una película es asunto de mucha gente, no sólo de un director).
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